Les puede afectar al 25% y 30% de los trabajadores que regresan de sus merecidas vacaciones. Es un mal que trae cansancio generalizado, dolor muscular, alteración del sueño y del apetito, falta de motivación, tristeza e irritabilidad.
El síndrome puede durar de 2 a 3 días y hasta 3 semanas o el momento en que la persona vuelve a adaptarse correctamente a su realidad. El docente de psicología laboral Rodrigo Alday comentó que no es una patología o un trastorno.
“Es muy común escuchar, cuando las personas vuelven al trabajo, que están con una especie de depresión post-vacaciones, un bajo estado anímico o emocionalmente negativos, dado el retorno”, dijo.
Alday mencionó que las personas que regresen deben tener un regreso más paulatino y eso ayudará a que sientan menos ese malestar, y que su adaptación sea más sencilla, de a poco, se tienen que ir incorporando a la rutina del trabajo.
“Es importante tener claro que esto es muy común, es normal que las personas pasen por estos cuadros y no es un problema clínico, por lo que no amerita ningún tipo de consulta, ya que no es una depresión como tal”, expresó Alday.
Para finalizar, algunas recomendaciones son volver algunos días antes de las vacaciones para que la entrada no sea un cambio tan brusco, también es bueno establecer una rutina y horarios los últimos días de vacaciones y cuando vuelva es bueno entregarse tiempos de descanso y mantener una actitud y pensamientos positivos.
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